Índice de artículos del Blog

A continuación presentamos un índice con todos los artículos que hemos escrito para el Blog de Booma. En ellos encontrarás información interesante sobre Educación Infantil y algunas herramientas que te pueden ser de utilidad en el proceso de crianza de tus hijos. Por ejemplo, ¿quieres saber por qué Booma es el mejor lugar al que puedes llevar a tu peque para que aprenda y se divierta con otros niños? Lee nuestro artículo sobre por qué la Escuela Infantil es el mejor lugar para tus hijos y no te quedará ninguna duda.

¿Tu peque se va a incorporar próximamente a Booma? Entonces podría resultarte interesante leer nuestro artículo sobre los primeros días en Booma. ¡Seguro que podrá ayudaros a que su período de adaptación sea más sencillo y rápido! Por otro lado, es posible que hoy os apetezca pasar la tarde cantando y bailando con vuestros peques. En nuestro Blog tenéis a vuestra disposición una lista con algunas de las canciones que cantamos con ellos habitualmente en la Escuela. ¡Echad un vistazo a las canciones de Booma y a disfrutar con ellos! Además, escribimos sobre otros muchos temas relacionados con la Educación Infantil que, como padres, os pueden resultar muy interesantes: rabietas, control de esfínteres, lenguaje, emociones, ritmo de aprendizaje… ¡Todo a vuestra disposición!

Aquí tenéis el índice de artículos del Blog actualizado para que no os perdáis nada:

¡Poco a poco iremos añadiendo más artículos interesantes para vosotros!

Las canciones de Booma

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Como os contamos en este artículo hace algún tiempo, la música es un excelente medio para favorecer el desarrollo intelectual, emocional y creativo de los más pequeños. Por ello, en Booma siempre nos ha gustado usar la música como vehículo de aprendizaje en el desarrollo de nuestras actividades diarias. Por ejemplo, si estamos contando un cuento en el que hay animales, cada vez que aparece uno cantamos una canción relacionada con él.

A continuación os dejamos una lista con algunas de las canciones, tanto en español como en inglés, que solemos cantar en la Escuela. Además de este repertorio, también escuchamos música clásica o instrumental, más lenta y calmada, en los momentos en los que queremos relajarnos. ¡Que las disfrutéis con vuestros peques!

En español

A

B

C

D

E

H

J

L

M

P

S

T

U

W

Y

En inglés

Respetar el ritmo de aprendizaje de los niños

Hoy en día, en la sociedad en la que estamos inmersos, existe una cierta tendencia a valorar más la capacidad de adquisición de conocimientos que un niño tiene a edades tempranas que el hecho, mucho más importante, de que los haya adquirido por su propio interés o necesidad de satisfacción. La realidad es que, en ocasiones, los niños aprenden determinados conocimientos debido a las presiones y exigencias que los adultos proyectamos sobre ellos. Por eso, en este artículo hemos decidido hablar sobre el ritmo de aprendizaje.

Cada niño tiene su propio ritmo de aprendizaje

En nuestra amplia experiencia como Escuela Infantil siempre hemos sido conscientes de que cada niño es un ser único. Consecuentemente, cada uno goza de su propio ritmo y estilo de maduración, desarrollo y aprendizaje. De la misma manera, tenemos muy presente la importancia de respetar este ritmo y de ser pacientes y flexibles con cada uno de nuestros alumnos. Consideramos muy importante el hecho de respetar el ritmo de aprendizaje de los niños desde que son pequeños. De esta manera favorecemos su óptimo desarrollo.

En la Guía para padres y madres: Cómo educar en positivo, publicada por Save the children, se destaca la importancia de tener presente que cada niño o niña es único y diferente a los demás y tiene su propio ritmo de desarrollo (algunos, por ejemplo, empiezan a hablar antes que otros o pueden empezar a caminar sin haber gateado antes). Entender el comportamiento de tu hijo implica conocer los aspectos principales de cada etapa de su desarrollo, sus necesidades y cómo responder ante ellas adecuadamente.

Protagonistas de sus aprendizajes

El desarrollo de los niños no es un proceso uniforme. Los logros que van consiguiendo a lo largo del tiempo no ocurren en todos a la misma edad exactamente. Sí que es cierto que se establece una edad aproximada para la consecución de ciertas habilidades o hitos. Pero nunca debe tomarse como una fecha exacta. Cada niño tiene un ritmo de aprendizaje diferente, así como unas características, unas necesidades y unos intereses propios.

Una alta exigencia por parte de los adultos puede llevar a nuestros pequeños hacia la frustración y el desánimo. Sin embargo, si hacemos que los niños realicen tareas adecuadas a su edad estaremos contribuyendo a que en el futuro sean personas más seguras, tengan más autoestima y una mayor confianza en sí mismos. Siempre es mejor no forzar al niño a hacer cosas para las que todavía no esté preparado. En cambio, podemos ir planteándole retos que sepamos que se encuentran a su alcance en cada momento. También debemos dejarles tiempo para que intenten completarlos por sí mismos. Si lo acabamos resolviendo nosotros sentirán que no son capaces y su autoestima se verá disminuida. Igualmente, destacar los logros conseguidos hará que aumente su confianza y se sienta preparado para afrontar retos más complejos.

No tengamos prisa porque nuestros hijos crezcan rápido. Ni porque sean los primeros en saberlo todo y en hacer las cosas antes que los demás. Lo importante es que disfruten de su propio camino de aprendizaje.

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El desarrollo del lenguaje en los niños

¿Os habéis preguntado alguna vez de dónde viene la palabra infancia? Lo hace del latín infans, que significa mudo, el que no habla. Aunque para los antiguos romanos el sentido de que no podían hablar no era literal, sino que la usaban para designar a aquellas personas que no podían expresarse o defenderse en público. En este artículo vamos a hablar del lenguaje en los niños y de algunas cosas que podemos hacer para favorecer su desarrollo.

Imagen del Blog de la Escuela Infantil Booma sobre el lenguaje en los niños.

Como sabéis, el ser humano es un ser social y, como tal, se comunica a través de diferentes códigos o tipos de lenguaje. El lenguaje verbal, que los niños aprenden de manera natural, es el instrumento fundamental para las relaciones sociales. Además posibilita el pensamiento, ayuda a poder interpretar el mundo que nos rodea y a entender las emociones. De ahí la importancia de ponerle nombre a lo que los niños sienten (alegría, tristeza, frustración, etc.). También contribuye al desarrollo de la inteligencia y es primordial para poder buscar soluciones a los problemas.

Desde su nacimiento el niño desarrolla conductas comunicativas, tanto verbales como no verbales. Primero comienzan los gorjeos, después los balbuceos y las sílabas sueltas hasta que acaban por aparecer las primeras palabras. Con el tiempo y la práctica se va adquiriendo el dominio del lenguaje. Un adecuado desarrollo nervioso, sensorial y motor, una necesidad incipiente de expresarse, la correcta estimulación por parte de los adultos de referencia y un clima tranquilo, distendido y seguro son las principales condiciones que favorecen la comunicación de los pequeños.

¿Qué podemos hacer para favorecer el desarrollo del lenguaje en los niños?

Centrándonos en los niños de 0 a 3 años, os proponemos algunas pautas que pueden favorecer el desarrollo del lenguaje en vuestros peques a estas edades:

    • Hablarles desde que son bebés respondiendo a sus balbuceos. La entonación es lo primero que entienden los bebés, así son capaces de detectar si estamos contentos, tristes, enfadados…

    • Ponernos a su altura y de frente cuando les hablamos, cantamos canciones o contamos cuentos. De esta manera se podrán fijar en las diferentes posiciones de los labios y la lengua cuando pronunciamos y tendrán un modelo en el que fijarse.

    • Desde pequeños los niños disfrutan escuchando narraciones, historias y cuentos. A medida que van creciendo se va incrementando el tiempo en el que son capaces de permanecer atentos y concentrados en historias más largas y complejas. Así, podemos leer cuentos con ellos y hacerles después preguntas o comentarios sobre la historia. También suelen gustarles mucho las poesías, las rimas, los trabalenguas o las adivinanzas.

    • Hablarles despacio y de forma sencilla cuando son pequeños. Ponerle nombre a las cosas que señalan y reforzar cualquier intento de comunicación del niño. Cantar canciones sencillas y cortas.

    • Al hablar con ellos, poner énfasis al vocalizar las sílabas. Por ejemplo, mientras juegan con un pompero marcar las sílabas de la palabra POM-PA mientras las señalamos con el dedo.

    • Jugar con ellos a nombrar animales a partir del sonido que estos emiten. Dramatizar cuentos, ir describiendo lo que dibujan, poner voces a los personajes de las historias…

    • Jugar con un espejo a reconocer diferentes expresiones faciales. Realizar gestos y colocar en diferentes posiciones la lengua: intentar tocarnos la nariz con la punta de la lengua, hacer como si tuviéramos un caramelo empujando el moflete con la lengua con la boca cerrada, recorrer los labios con la lengua, inflar los carrillos sin que salga el aire, etc.

    • Restringir progresivamente el uso tetinas y retirar el chupete. Si el niño tiene la necesidad de expresarse y lo tiene puesto, no lo hará o lo hará con dificultad.

    • Comer alimentos sólidos ayuda a fortalecer la musculatura maxilofacial, que es la misma que interviene en el desarrollo del lenguaje.

    • De manera general, incentivarles a hablar, a comunicarse, a pedir las cosas a través de las palabras. En definitiva, dialogar con ellos en cualquier situación de la vida diaria.

Por último, es importante que cuidemos el lenguaje ya que los niños aprenden por imitación. No conviene hablarles como lo hacen ellos, sino usar nuestras propias palabras haciendo que nos entiendan para que, poco a poco, ellos las vayan aprendiendo. En caso de que pronuncien una palabra de manera incorrecta, repetir la frase con la palabra correcta en lugar de tratar de corregirles. También es necesario enseñarles las normas básicas que rigen el intercambio comunicativo, como por ejemplo: mirar a quien habla, esperar turno o escuchar con atención a los adultos u otros niños cuando están hablando.

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Cómo actuar ante una rabieta

Todo el mundo sabe, de una manera o de otra, de qué estamos hablando cuando pronunciamos la palabra rabieta. Y muchos de los que leéis nuestro blog habréis sufrido las de vuestros hijos. Es el tema que vamos a tratar en este artículo y os propondremos algunas ideas para poder lidiar con ellas.

Niña llora porque tiene una rabieta

¿Por qué se producen?

Las rabietas, pataletas o berrinches suelen aparecer en los niños a partir de los 15 meses aproximadamente. Se producen como respuesta a la baja tolerancia de los pequeños ante las frustraciones. En estas edades el niño se encuentra en pleno conflicto entre la adquisición de su autonomía y la fuerte dependencia que tiene de los adultos. En ocasiones esto provoca en él cierta dificultad a la hora de controlar sus emociones.

En general, las rabietas surgen de manera natural y aparecen cuando los peques están aprendiendo a regular sus emociones, a calmarse y a superar las frustraciones. El hecho de empezar a caminar le ayuda a descubrir su independencia y aumenta la necesidad de comunicar y satisfacer sus deseos. Empiezan a surgir así las primeras manifestaciones con las que intenta reafirmar su propia voluntad. El problema surge cuando el niño acaba interiorizando que una rabieta modifica el comportamiento de sus padres.

¿Cómo se pueden prevenir?

Existen ciertas cosas que se pueden hacer para intentar prevenir o disminuir el número de ocasiones que pueden derivar en una pataleta. En primer lugar, es necesario que los padres eviten la ambivalencia a la hora de poner las normas (si mamá dice ‘no’, papá dice ‘no’). Por otro lado, es aconsejable permitir que el niño haga elecciones con cierta frecuencia (de esta manera sentirá que su opinión es tenida en cuenta y favorecerá su autonomía), reforzar sus comportamientos positivos y atenderle cuando nos reclame de buenas maneras.

También es importante tener en cuenta que, en general, los conflictos de los niños se agravan cuando encuentran incomprensión, juicios de valor o la represión de sus sentimientos. Como adultos es necesario entender los motivos por los que se producen, empatizar con el niño y tratar de comprenderle. Del mismo modo, hemos de reflexionar acerca de la importancia de las normas que establecemos ya que en algunos casos pueden llegar a ser demasiado restrictivas o ilógicas. Por ejemplo, si quiere un juguete y estamos tomando algo con unos amigos en casa, no pasa nada si se lo damos. Ahora bien, si él está cenando y quiere un juguete, no debemos dárselo ya que no se juega mientras se cena.

¿Cómo actuar ante una rabieta?

En primer lugar es necesario mantener la calma, tener tranquilidad (aunque la situación llegue a ser muy irritante) y transmitir firmeza. El niño debe comprender que lo que está haciendo es inadecuado y que no le librará de seguir las normas ni modificará la conducta de sus padres. Las respuestas agresivas no solucionan nada y pueden acabar por convertirse en modelos a imitar en el futuro.

Cuando una rabieta surge por alguna razón, generalmente debido a una frustración por algo que el niño quiere tener o hacer, lo mejor en un primer momento es intentar ayudarle a regular sus emociones. Podemos recordarle una o dos veces qué es lo que debe hacer ya que estamos tratando de ayudarle a que lo comprenda y a que recupere el control. Después le hablaremos cariñosamente, sin gritos ni castigos pero con paciencia y firmeza,  para que sienta que le queremos, aunque ese comportamiento no lo aceptamos.

Es muy importante que, en cualquier caso, no se acabe saliendo con la suya: si algo ocasionó la pataleta (el niño no quiere recoger sus juguetes) no acabaremos haciéndolo nosotros, tiene que hacerlo él. Si no, entenderá que ésta le sirve para conseguir lo que quiere. Actuaremos siempre, ocurran donde ocurran: si es en un lugar público también debemos tomar medidas (por ejemplo, llevarlo al coche hasta que se tranquilice) o terminará por aprender que una rabieta es más eficaz con gente alrededor.

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La música en la infancia

El filósofo griego Aristóteles enseñaba que la música representa los estados del alma, así cuando se escucha música que imita cierta pasión, se es imbuido por esa misma pasión. Ya en aquella época, la música era considerada una de las columnas del aprendizaje. En este artículo os presentamos algunas actividades musicales para realizar con nuestros pequeños.

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La música siempre ha desempeñado un papel importante en el aprendizaje. Por ejemplo, se sabe que puede mejorar el vocabulario. De acuerdo con una reciente revisión, durante el entrenamiento musical para tocar un instrumento se establecen conexiones neuronales que mejoran también otros aspectos de la comunicación humana. De ahí que los niños con formación musical tengan un mejor vocabulario y capacidad de lectura. En este sentido, la música tiene un efecto positivo sobre la memoria y la atención, del mismo modo que mejora las capacidades cognitivas de los niños.

Pero más allá de la mejora en habilidades intelectuales, escuchar música es una actividad placentera que espolea el desarrollo creativo y emocional. La música activa recuerdos, estimula la memoria y la imaginación y contribuye al proceso creador. Los niños a los que se les estimula el lenguaje musical aprenden más rápido los procesos del lenguaje, los matices, la sintaxis y la habilidad de escucha. Además, tienen menos problemas de dislexia. Cantar o hacer música es muy beneficioso para ellos.

Actividades para realizar con los niños

Existen multitud de actividades que pueden servir para disfrutar con los niños de la expresión musical sin necesidad de una instrucción formal. Marisol Justo de la Rosa, maestra especialista en Educación Infantil, enumera algunas de ellas:

  • Cantar con ellos. Cantando el niño desarrolla el lenguaje, cuida la vocalización y la entonación, amplía el control de la respiración, ejercita los músculos que intervienen en la emisión de los sonidos y aprender a modular la voz.

  • Escuchar música que se adapte a la actividad que se realiza. Por ejemplo: clásica para dibujar, canciones infantiles para el juego, música relajante para antes de dormir, etc.

  • Grabar un CD con las canciones que les gustan, para que ellos las puedan poner cuando les apetezca.

  • Jugar a inventar canciones.

  • Hablarles de los sentimientos que nos inspiran a nosotros distintas canciones o melodías.

  • Llevarlos a escuchar música en vivo.

  • Cantar una misma canción de diferentes maneras: rápida, lenta, más fuerte, susurrando, etc.

La música es un excelente medio para favorecer el desarrollo intelectual, emocional y creativo de los niños. Un buen ejemplo de ello es el siguiente vídeo, en el que Bobby McFerrin demuestra, durante una conferencia en el World Science Festival de 2009, el poder de la escala pentatónica y el carácter universal de la música.

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Cómo hablar de la muerte con los niños

En algún momento de sus vidas los niños han de enfrentarse a la realidad de la pérdida de una persona conocida de su entorno: un abuelo, un pariente, el padre de un amigo… Saber cómo hablar de la muerte con los niños no es fácil para los padres, pero es un deber que tarde o temprano llegará. Por eso, vamos a exponer algunas ideas que os pueden ayudar a afrontar esta situación.

La muerte forma parte de la vida y por tanto no podemos ocultarla como si fuera un tabú. Sabemos que es algo que no tiene solución (tarde o temprano todos moriremos), así que no podemos asegurarle nunca a nuestros hijos que no vayamos a morir algún día. Lo que sí podemos hacer es contarles todo lo positivo que vamos a hacer con ellos mientras estemos juntos.

Diferencias entre duelo adulto y duelo infantil

El duelo es un proceso normal y necesario cuando perdemos a un ser querido. Es un proceso de adaptación muy personal que requiere tiempo y un trabajo emocional y de aceptación de la realidad. Sin embargo, aunque los niños también pasan por este proceso, su modo de manifestarlo es diferente al de las personas adultas y depende de su grado de madurez.

Como nos indica la Sociedad de Psiquiatría infantil de la AEP, los niños manifiestan la pena por la pérdida de manera diferente según la edad que tengan. Es importante prestar atención a posibles regresiones. También podrían producirse cambios de actitud en el colegio, reacciones de ira, pesadillas, irritabilidad o enfado con otras personas. Todo ello forma parte de su manera de expresar lo que está sintiendo. Si estos problemas persistieran en el tiempo (más allá de los seis primeros meses posteriores a la pérdida) o se manifestarán con una gran intensidad, podría ser conveniente buscar ayuda profesional.

De una manera u otra, todos los niños (incluidos los bebés) sienten la muerte de un ser querido o cercano a él en forma de ausencia. Por eso, primero es necesario que les expliquemos qué ha ocurrido. Después, ayudarles a aceptar esta nueva circunstancia para ellos y a entender todas las emociones que se están produciendo. Tanto las nuestras propias como las suyas. Es importante recordar que todas las emociones son válidas. No es malo que un niño vea llorar a sus padres. Eso sí, debemos explicarle por qué estamos tristes, ya que puede pensar que nos encontramos así por su culpa. Explicarle el porqué de nuestra tristeza le ayudará a entender la situación y a saber que él no es quien la provoca.

¿Cómo comunicar la pérdida a los pequeños?

Es aconsejable preparar bien el momento para comunicar la pérdida de un ser querido, buscando tiempo en el que el niño esté calmado. Como exponen varios autores en la Guía sobre el duelo en la infancia y la adolescencia, a la hora de explicar una pérdida es importante hacerlo lo antes posible y en un entorno que le sea conocido. Es preferible abordar el tema cuando dispongamos de un momento tranquilo con él. De esta manera contribuiremos a que se sienta seguro y esté atento y concentrado.

Es preciso usar un lenguaje sencillo y claro, eligiendo bien las palabras sin recurrir a explicaciones abstractas. A pesar de que seguramente estemos pasando por un momento angustioso, debemos mantener una actitud serena y calmada, usando un tono de voz cálido. Le dejaremos y animaremos a que pregunte todo lo que quiera, tratando de dar respuesta a sus inquietudes. De cualquier manera, cuando no sepamos responder a una pregunta concreta no pasa nada por decirle «no puedo contestarte a eso porque no lo sé».

A la hora de comunicar la pérdida de alguien es muy recomendable huir de eufemismos y metáforas del tipo «se fue a un sitio mejor» o «se ha quedado dormido». Para los niños todo es literal, no son capaces de entender las metáforas. Por ejemplo, si les decimos que «se ha dormido» podemos provocar que el niño tenga miedo de irse a dormir, temiéndose que ya no despertará.

Recordar las vivencias con la persona que ya no está

Cuando empiecen a pasar los días, es aconsejable recordar las cosas bonitas que se vivieron con la persona fallecida. Que siga estando presente en nuestras vidas: hablar de las cosas bonitas que vivimos junto a ella, ver fotos o contarles lo mucho que les quería. Debéis tener en cuenta que los niños tienen una gran capacidad de adaptación a nuevas situaciones, pero necesitan de vuestra escucha, vuestra compresión y vuestras palabras para asimilar el hecho de que esa persona ya no va a volver.

Para comprender mejor la importancia de este tema os aconsejamos encarecidamente la lectura de la guía práctica Hablemos de Duelo, elaborada por Patricia Díaz Seoane. Patricia es psicóloga infanto-juvenil y miembro del equipo de expertas de la Fundación Mario Losantos del Campo. Se trata de un manual que ayuda a los padres a solucionar dudas sobre el duelo infantil y a encontrar la mejor forma de explicar a los niños qué es la muerte.

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¿Cómo hablar de la muerte con tus hijos?

Educar la sinceridad en los niños

El diccionario de la RAE define la sinceridad de la siguiente manera: sencillez, veracidad, modo de expresarse o de comportarse libre de fingimiento. Es importante transmitir este valor a los pequeños. En ocasiones, muchos padres se preocupan porque sus hijos no son del todo sinceros, por eso hemos decidido dedicar un artículo sobre cómo educar la sinceridad en los niños.

Muñecos de pinocho en una pared

Como comenta la psicóloga Elvira Sánchez en una entrevista realizada para el programa de radio de AMEI-WAECE El Rincón de la Educación Infantil, «es importante que el niño se acostumbre a decir la verdad desde pequeño, ya que de esta manera establecerá relaciones interpersonales positivas y aumentará la confianza que otras personas están depositando en él».

Ser sincero le ayudará a vivir en contacto con la realidad, a establecer una identidad personal más sólida y a aumentar su autoestima y la confianza en sí mismo. Además, la sinceridad es un valor base para la adquisición de otros: la honradez, la franqueza, la honestidad, la autenticidad, la nobleza, la lealtad, la confianza, la justicia, la amistad o el respeto.

La etapa de los tres a los nueve años es aquella en la que los niños mejor asimilan los hábitos relacionados con la sinceridad y la justicia. En concreto, entre los cuatro y los cinco, la maduración de las estructuras cerebrales permite que el niño comience a distinguir lo verdadero de lo fantástico. Aproximadamente a partir de los seis es cuando comienza a entender el valor moral de la sinceridad y cuando puede esforzarse realmente por interiorizar este valor.

¿Por qué mi hijo no es sincero?

En general, los niños tienen una gran imaginación y suelen tener dificultades para distinguir entre la realidad y su propia fantasía. El niño disfruta con sus fabulaciones porque le permiten modificar la realidad según sus propios deseos. Es feliz porque cambia lo que no le gusta. Es importante tener claro que en este caso no existe una intención expresa de engañar o de falsear la realidad. No se debe recriminar al niño por su conducta, simplemente se trata de una confusión de planos en su mundo interior.

Sin embargo, en otras ocasiones, el niño sí expresa una voluntad manifiesta de manipular la realidad para conseguir algo que le interesa. También lo hace para llamar la atención de las personas que le rodean o para evitar un castigo por algo que no debía haber hecho. Marisol Justo de la Rosa, Maestra especialista en Educación Infantil, afirma que «para que exista la mentira infantil es necesario que exista una intencionalidad y una conciencia de haber modificado un hecho real: el niño miente cuando deforma premeditadamente un hecho real o afirma o niega algo que no es cierto con intención de engañar».

La mentira puede estar motivada por una falta de autoestima o de seguridad en sí mismo. En este caso, el niño no se siente capaz de afrontar la realidad y la intenta cambiar a su antojo. Igualmente, si se encuentra en un entorno donde el castigo se utiliza con frecuencia, aprenderá a mentir para librarse de los castigos y riñas.

Educar la sinceridad en los niños

Para educar la sinceridad en los niños es bueno proporcionar un clima afectivo de seguridad, de aceptación y de confianza. Así, el niño puede ser él mismo, sin miedo a ser rechazado por no cumplir las expectativas que muchas veces depositamos en él. Se debe observar si cuando es preguntado dice la verdad y reforzar ese buen comportamiento.

Cuando se producen preguntas incómodas es necesario contar la verdad, aunque siempre sabiendo cómo de preparado está nuestro hijo y hasta dónde podemos llegar. Ocultar la verdad impide que se estimule la sinceridad. Siempre es preferible contar poco pero que sea cierto que mentir.

Niños jugando con el agua

Los padres y los educadores deben ser siempre modelos correctos a imitar en este sentido. Por eso debemos ser conscientes de las pequeñas mentiras de conveniencia que podamos utilizar a lo largo del día. Por ejemplo, vendrá un señor a regañarte si no paras de gritar. O no uses esto porque está roto o no funciona cuando realmente no lo está. O cuando te lo acabes o hagas algo bien te premio con algo y luego no hay premio. El comportamiento de los adultos es observado e imitado por los niños: si nosotros les mentimos a ellos, ellos también lo harán.

¿Qué hacer cuando el niño miente?

No se deben hacer juicios de valor personal del niño como, por ejemplo, llamarle mentiroso. Y menos delante de otras personas. El objetivo es modificar un aspecto de su comportamiento, no cambiar su personalidad. Cuando falte a la verdad es necesario averiguar por qué lo hace e intentar corregirlo, pero sin presionarlo para que se sienta culpable. La culpa genera sentimientos negativos que interfieren en su equilibrio emocional. El niño debe ser consciente y responsable de que ha mentido y de que eso no está bien.

Marisol Justo de la Rosa apunta una serie estrategias que poner en marcha para evitar éste comportamiento, disminuir su frecuencia o incluso llegar a eliminarlo:

  • Analizar por qué miente el niño: si es por inseguridad, falta de autoestima, para llamar la atención, si se siente presionado, etc.

  • No castigarle si admite con sinceridad que ha hecho algo que está mal y darle la oportunidad de enmendarse.

  • Que el pequeño comprenda que decir la verdad tiene más ventajas.

  • Crear un clima de afectividad, seguridad y confianza.

  • Que el niño sienta que se encuentra en un ambiente relajado donde la mentira no tiene sitio.

Debemos tener en cuenta que, aunque no haya adquirido aún una conciencia moral, está asentando las bases para logarlo y debemos ayudarle a hacerlo en la dirección correcta.

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Los primeros días en Booma

Ahora que estamos empezando un nuevo curso nos gustaría recordar algunos de los aspectos que consideramos más importantes durante el período de incorporación de los niños al Centro y que conviene tener en cuenta, ya que permiten facilitar su adaptación a esta nueva etapa que comienza. Hablamos de los primeros días en Booma.

La familia

El primer grupo social del que formamos parte en nuestra vida es la familia. La familia y particularmente la madre, es la responsable de satisfacer las necesidades básicas del bebé, que establecerá fuertes vínculos afectivos con todos aquellos que satisfacen sus necesidades básicas, le regulan el comportamiento y le seleccionan los estímulos. Estos vínculos son los que determinarán la calidad de las relaciones futuras de la persona. De ahí la importancia del afecto en los primeros años de vida. Este primer grupo social será el que regule las pautas de conducta y comportamiento deseable y constituyen, por tanto, el primer modelo en el que fijarse y hacia el que tender.

La escuela

El segundo grupo en el que se integra un niño, en la mayoría de los casos, es la Escuela. Se trata de un período de ilusión y de nuevos retos tanto para él como para los padres. Los Centros de Educación Infantil, además de ser una buena solución para las familias en las que ambos padres trabajan, son de gran ayuda para la socialización de los niños.

Educadora leyendo un cuento a los bebés de la Escuela Infantil Booma

Generalmente, separarse de los padres puede provocar en los niños sentimientos de inseguridad e incertidumbre. Debemos tener en cuenta que los niños pequeños no tienen una percepción clara del espacio y del tiempo, por lo que tienden a creer que la separación es para siempre. La reacción natural suele ser el llanto, con el que demanda el regreso de su familia.

La despedida

Poco a poco, el niño irá perdiendo esa incertidumbre gradualmente a medida que establece nuevos vínculos afectivos con sus educadoras y conoce el nuevo entorno. Para ayudarles en estos primeros días es relevante prestar atención al instante de la despedida. Es muy recomendable que este momento no se alargue en exceso para no preocupar al niño. Si el niño ve preocupados a los padres se dará cuenta y puede dar pie a que él esté intranquilo o llore.

En este sentido, es importante que os vea tranquilos, así facilitaremos su experimentación con el nuevo entorno y le ayudaremos a adquirir cierta autonomía. Cuanto más corta sea la despedida y con más seguridad se realice, mejores resultados se obtienen y menor es el tiempo de adaptación. Es bueno también animarle en el momento de ir a la Escuela transmitiéndole seguridad con frases como «vas a pasarlo muy bien» o «te van a querer mucho».

Debemos tener en cuenta que sería injusto con ellos no darles el tiempo que necesiten para adaptarse al nuevo entorno. Igual de injusto sería exigirles que se muestren extrovertidos y contentos desde el primer instante. Por eso, es positivo dejar que expresen sus emociones de manera libre.

El apego

Durante los primeros momentos de la escolarización, todo es nuevo y extraño para el niño, por lo que es de vital importancia la figura del educador, que se convierte en la persona de referencia en la Escuela. Con el perfeccionamiento del gateo y después con los primeros pasos, el niño va descubriendo a sus iguales. Se encontrará con otros niños con los que coincidirá en intereses o no. Surgirán los primeros conflictos, las primeras alianzas, la sensación de pertenencia un grupo y todo un amplio repertorio de figuras relacionadas con la afectividad y el comportamiento social.

madre y padre

Instaurar unas relaciones afectivas saludables es la mejor herramienta de la que disponen nuestros docentes para conseguir los objetivos pedagógicos que se proponen. De igual manera, las buenas relaciones entre los educadores de la escuela infantil y los padres, así como el mantenimiento de una mutua información entre ellos, favorece el adecuado desarrollo infantil y la adaptación del niño a la Escuela. Por eso en Booma prestamos especial atención a estos puntos y trabajamos día a día para que los niños se sientan tan queridos y valorados como en casa.

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El mundo emocional de los bebés

Dos de los importantes retos a los que se enfrenta un recién nacido son el de desarrollar la capacidad de sentirse tranquilo y el utilizar los sentidos para empezar a reconocer el entorno que le rodea. Durante éste primer período de su vida, el bebé se encuentra en un círculo de retroalimentación constante. Cuando está tranquilo desarrolla las capacidades sensoriales para reconocer el entorno y cuando emplea los sentidos, se siente tranquilo y concentrado. Hoy hablamos del mundo emocional de los bebés.

Los juegos sencillos dirigidos a los cinco sentidos favorecen su autorregulación y el interés por el entorno. Pero lo más importante es que se sienta querido y esto ocurre cuando los adultos son sensibles a sus características, necesidades y reacciones. En Booma contamos con personal que presta especial atención a estas expresiones y que está altamente cualificado para responder a las necesidades individuales de cada pequeño.

Bebé tumbado boca arriba contento

A partir de los 3 meses

Con esta edad, el bebé empieza ya a relacionar causa con efecto. Los adultos deben favorecer ésta relación, que no es otra cosa que una forma de comunicación. Por ejemplo, pueden devolver una sonrisa afectiva cuando el bebé sonríe o imitar sus runruneos o el movimiento de sus brazos. Es ahora cuando los bebés empiezan a dotar sus acciones de intencionalidad, es decir, descubren que sus acciones provocan respuestas en los demás.

Los adultos deben identificar y responder a la manera de comunicación emocional del bebé. Por ejemplo, si siente molestias, se le responde con preocupación y si está feliz, con alegría. Con éste tipo de relaciones causa-efecto el pequeño empieza a tomar conciencia de cómo influir en su entorno. Esto le va proporcionando seguridad y confianza en sí mismo y en los demás.

Entre los 4 y los 6 meses

Durante esta etapa de su vida, el bebé comienza a desarrollar un vínculo especial, denominado apego, con una o varias personas de su entorno. En general, con aquellas que satisfacen sus necesidades habitualmente. Como explican M. J. Ortiz, M. J. Fuentes y F. López en el libro Desarrollo psicológico y educación, «la función del apego es proporcionar seguridad emocional: el bebé quiere a las figuras de apego porque con ellas se siente seguro, aceptado incondicionalmente, protegido y con los recursos emocionales y sociales necesarios para su bienestar».

Bebé jugando en el suelo con sus juguetes

No todos los bebés son iguales y sus respuestas emocionales tampoco. Cuando los adultos llegan a conocer todo aquello que le tranquiliza y estimulan su interés por conocer el mundo es cuando le están ayudando a mantener el equilibrio y a sentirse emocionalmente satisfecho. En relación a este aspecto, la dilatada experiencia de nuestras educadoras facilita la interpretación de las emociones de los bebés.

Poco a poco, el niño se va transformando en un explorador incansable y una de las cosas que más le gusta es investigar las relaciones con los demás. Al ser más activo con su entorno comienzan a aparecer emociones muy diversas que van desde el placer y la afectividad hasta la rabia, pasando por la curiosidad, la decepción, la tristeza o el miedo.

Sobre los siete u ocho meses, la intensidad del apego hacia una o más personas se incrementa y ya no sólo es que prefiera estar en su compañía sino que suele mostrar recelo con extraños.

A partir de los 10 meses

A partir de los diez meses el desarrollo de dos nuevas habilidades acapararán la energía del bebé: el movimiento independiente y el lenguaje verbal. Mientras tanto, en el plano emocional, comienza a organizar su conducta y va siendo capaz de aunar pequeñas actividades con sus emociones correspondientes. A medida que pasa el tiempo, la expresión de las emociones se hace más compleja y organizada.

En esta etapa todo empieza a ser más evidente. Por ejemplo, el enfado se acompaña de gestos tales como lanzar objetos, dar golpes con la mano o alejarse de la persona que se lo provoca. La ternura, de rostro cálido, besos y abrazos. El sentido de sí mismo no está lo suficientemente desarrollado como para mostrar sentimientos de culpa o vergüenza, pero si es posible observar atisbos de emociones más complejas.

Responder de manera apropiada y empática a las necesidades del niño es bueno para su crecimiento emocional, sin embargo, es importante también que aprenda a aceptar retrasos en el tiempo de las respuestas y las frustraciones que de ese retraso pudieran derivarse. En definitiva, para que el niño establezca lazos emocionales profundos, es fundamental dedicarle tiempo de calidad. Y también mostrarle afecto, ser sinceros con los sentimientos y dedicarle nuestros cinco sentidos en los momentos de intercambio emocional.

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Charla sobre desarrollo psicoevolutivo y conducta infantil

boomaguarderia@gmail.comEl próximo 10 de mayo tendrá lugar en Booma la segunda edición de la charla Desarrollo psicoevolutivo y conducta infantil. Será impartida por el equipo de la Fundación Madre de la Esperanza de Talavera de la Reina. En Booma llevamos trabajando con ellos desde sus inicios en temas relacionados con el Desarrollo Infantil y la Atención Temprana.

Logos de la Escuela Infantil Booma y de la Fundación Madre de la Esperanza.

En Booma consideramos parte de nuestros objetivos no sólo atender y educar a los más pequeños, sino acercar a los padres el conocimiento de los expertos. Así, entre todos, tratamos de mejorar la educación y el desarrollo infantil. Contaremos con la participación de una psicóloga y especialista en Desarrollo Infantil y Atención Temprana, un fisioterapeuta y una logopeda.

Se trata de una actividad gratuita con una duración aproximada de dos horas. Si estáis interesados en asistir, os rogamos que lo comuniquéis en el propio Centro o que enviéis un correo electrónico a la siguiente dirección: boomaguarderia@gmail.com.

¡Os esperamos!

El juego en la infancia

El juego es una actividad social propia del ser humano que se da en todas las edades. Nos permite desinhibirnos y conectar emocionalmente entre nosotros mientras pasamos un rato lúdico y placentero. Para los niños es aún más importante: les permite comunicarse en gran medida con el mundo que tienen alrededor. Hoy hablamos sobre el juego en la infancia.

Así lo recoge el artículo siete de la Declaración Universal de los Derechos del niño, exponiendo que el niño debe disfrutar plenamente de juegos y recreaciones, los cuales deben estar orientados hacia los fines perseguidos por la educación. Y añade que la sociedad y las autoridades públicas deben promover el goce de ese derecho.

Imagen del Blog de la Escuela Infantil Booma sobre los niños y el juego

Inma Marín, experta en juego, desarrollo y educación explica en el siguiente vídeo cuáles son los beneficios del juego para el desarrollo infantil y cuál es el papel de padres, madres y educadores como garantizadores y favorecedores del juego de los niños.

El valor del juego en la infancia

Hablando de manera general, se puede afirmar que el juego desarrolla la personalidad del niño. De una forma más concreta y teniendo en cuenta los diferentes ámbitos madurativos, lo hace de la siguiente manera:

  • Coordina su actividad cerebral con los movimientos del cuerpo en el ámbito psicomotor.

  • Desarrolla su forma de comprender e interpretar la realidad y a sí mismo en el ámbito intelectual.

  • Se interrelaciona con adultos e iguales en el ámbito social.

  • Le permite valorarse a sí mismo de una manera positiva y ajustada a sus capacidades en el ámbito emocional.

  • Estimula la creatividad de los niños en el ámbito psicológico.

Como destaca Marisol Justo de la Rosa, a través del juego el niño va incorporando nuevos aprendizajes en su vida cotidiana. Cuando un niño juega está concentrado y es capaz de reflexionar, imaginar, fantasear y, lo más importante, es feliz. Y esta felicidad contribuye a fomentar su dimensión creativa.

El juego, además de ser una necesidad biológica, es un vehículo de expresión para las emociones. En los primeros dos años de vida, los niños no saben jugar solos, simplemente exploran e investigan lo que les rodea. De los dos años en adelante, favorecido por el uso del lenguaje, comienzan a compartir el juego con sus semejantes. Esta etapa les permite lograr aprendizajes más elaborados ya que está modificando la naturaleza de sus juegos: es capaz de expresarse y ha mejorado considerablemente su motricidad. Para que los niños jueguen plenamente es necesario que los adultos creen un espacio afectivo de seguridad en el que no tenga que estar pendiente de aprobaciones o reprimendas.

Elinor Goldschmied, que ha sido considerada como una de las expertas más prestigiosas en el ámbito de la Educación Infantil, fue la creadora de la propuesta pedagógica denominada La cesta de los tesoros, que consiste en llenar un cesto con objetos que pertenecen a la vida cotidiana para que el niño los vaya descubriendo. A través de éste juego heurístico, Goldschmied defendía la importancia del respeto hacia el momento madurativo y evolutivo del niño durante el primer año de vida. En este juego el adulto es sólo un observador que no interfiere en la actividad del niño. Es éste último quien actúa desde su voluntad construyendo su aprendizaje.

El juego como recurso pedagógico

El juego es una actividad que tiene un alto potencial educativo. La  pedagogía  moderna  ha  considerado  el  juego  y  el  juguete como  recursos educativos de primer orden y ha ilustrado ampliamente sus efectos en el desarrollo y  la  socialización  de  los  niños. A día de hoy, la mayor parte de los Proyectos Educativos utilizan el juego como hilo conductor. Considerado el mecanismo de aprendizaje más importante para el niño, el juego:

  • Posibilita el aprendizaje, el desarrollo y la felicidad de los niños.

  • Se trata de uno de los primeros elementos transmisores de cultura.

  • Es un medio socializador para la enseñanza y transmisión de los valores.

  • Permite el desarrollo de la psicomotricidad, inteligencia y afectividad de los niños.

  • Funciona como un gran instrumento para solidificar conocimientos.

  • Es un gran vehículo de comunicación y estrecha las relaciones entre los padres, la familia y los niños.

  • Hace que los niños vayan ganando autonomía y desarrolla sus competencias sociales.

  • Permite que los niños aprendan a establecer límites y canalizar sentimientos.

Nuestros pequeños aprenden a convivir jugando, a respetar a los demás, a resolver conflictos, a cooperar entre ellos y a tolerar las pequeñas frustraciones diarias. Además, el juego es un gran vehículo de comunicación que permite estrechar las relaciones entre los padres, la familia y los niños.

¡Dediquemos tiempo a jugar con nuestros hijos!

Escuela Infantil Booma

La televisión y los niños: consejos y orientaciones

El uso de la televisión y de otras pantallas tales como el ordenador, el teléfono móvil o las tabletas se ha convertido desde hace algunos años en algo habitual y cotidiano. Los niños de hoy en día pasan muchas horas delante de estas pantallas. Eso es algo que no siempre tiene por qué ser bueno. De hecho, la Academia Americana de Pediatría recomienda, como norma general, evitar que los niños vean pantallas hasta los dos años de edad. Considera que antes de esa edad se producen más efectos negativos que positivos.

television

La sobreestimulación

Para un niño pequeño la sobreestimulación puede encontrarse en detalles que para los adultos pasan desapercibidos. Por ejemplo, un contenido televisivo con luces intermitentes, destellos, cambios bruscos de imagen o movimientos rápidos puede tener potencialmente efectos adversos sobre el cerebro de un niño pequeño en pleno desarrollo.

En el año 2011, Dimitri Christakis, director del Centro para la Salud, el Comportamiento y el Desarrollo Infantil de Estados Unidos, publicaba un artículo en la prestigiosa revista Pediatrics en el que se relaciona el visionado del programa de televisión Bob Esponja con la aparición de problemas de aprendizaje y de autocontrol en niños de 4 años. En opinión de Christakis, el problema radica en el ritmo extremadamente rápido de los dibujos para niños de estas edades.

En otro estudio realizado en la Universidad de Georgetown se analizaron ciertos DVD supuestamente educativos dirigidos a niños menores de 3 años. En ellos se identificaron hasta 7,5 cambios abruptos de escena por minuto. Obviamente, esto es algo imposible en la vida real. Como apunta Catherine L´Ecuyer en su libro Educar en el asombro, «no es de extrañar que los niños se aburran, se impacienten y se pongan nerviosos una vez que vuelven al ritmo del mundo real».

Existen otros muchos estudios en este sentido que relacionan el consumo de televisión y videojuegos con problemas de atención o de impulsividad. También relacionan el número de horas de televisión durante la infancia con el riesgo posterior de presentar problemas de atención y trastornos en el aprendizaje. De hecho, pediatras norteamericanos lanzaron hace algún tiempo el mensaje Primum no nocere. Con él, tratan de concienciar a la comunidad científica sobre la importancia de desaconsejar el uso de pantallas durante la infancia.

En el caso de España, la Confederación Española de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (CEACCU) realizó un sondeo en el año 2004 en el que concluyeron que el 40% los niños españoles empiezan a ver la televisión entre los 3 y 4 años (cada vez en mayor medida en soledad) e invierten una media diaria de 218 minutos. El informe constata, además, que cerca del 45% de las familias no percibe el riesgo de unos malos hábitos de consumo televisivo para sus hijos.

Consejos y orientaciones

Muchos niños invierten, por tanto, un gran número de horas en ver programas de televisión. Estos tienen una influencia directa en su percepción del mundo y de la realidad social. Hemos de tener en cuenta que un niño no es capaz de distinguir la ficción de la realidad como lo hace un adulto y tienden a creer todo lo que ven. El hecho de dosificar la cantidad y la calidad y de establecer unas normas claras para su visionado puede hacer que la televisión cumpla un papel estimulante y educativo para nuestros hijos.

Marisol Justo de la Rosa, en su libro Temas que preocupan a los padres sobre la educación de sus hijos, expone una serie de recomendaciones sobre el uso de la televisión:

  • Procurar que la televisión esté apagada durante la mayor parte del día. No tenerla encendida mientras se están haciendo otras cosas.

  • Situarla en habitaciones poco frecuentadas (normalmente siempre suele estar en el salón).

  • Es aconsejable que los niños no pasen más de una hora y media al día viendo televisión.

  • Es conveniente planificar con antelación el horario de visionado y restringirlo a un programa determinado.

  • No dejar que los niños asuman la iniciativa y acompañarles, siempre que sea posible, para que puedan compartir sus inquietudes.

  • No usar la televisión como si fuera una niñera.

  • Ser siempre claros y directos cuando se pretenda que el niño deje de ver la televisión. Es aconsejable que ese momento coincida con el fin de un programa. A nadie le gusta quedarse a medias de un programa que está viendo.

  • Es imposible que un niño use la televisión de un modo saludable si sus padres la emplean de manera inconveniente.

Estas pautas ayudan a no hacer un uso abusivo de la televisión y a que, bien empleada, se convierta en un aliado educativo para nuestros hijos. Es cierto que, hoy en día, muchos padres tienen que seguir trabajando después de la jornada laboral y en ocasiones lo más sencillo es sentarles delante de alguna pantalla para que no molesten. Este comportamiento puede llegar a convertir el uso de la televisión en una rutina de la que sea difícil desprenderse después. Es importante hacer esfuerzos y proponer alternativas a la televisión: jugar a juegos de mesa, ir al parque, hacer deporte, leer cuentos, etc.

Es innegable que la televisión se ha convertido en una realidad cotidiana ineludible. Pero si realmente deseamos que ésta tenga un papel educativo en la vida de los niños es importante establecer ciertas normas cuando son pequeños y mantenerlas a medida que van creciendo.

Escuela Infantil Booma

El control de esfínteres y la retirada del pañal

Para afrontar la retirada del pañal de los niños es necesario que hayan alcanzado ya una madurez suficiente. Antes de dar este paso debemos tener claros ciertos conceptos que nos permitan poder alcanzar este hito en el desarrollo de nuestros hijos.

Niño contento usando el orinal. Afronta la retirada del pañal.

El control de esfínteres

La retirada del pañal es un proceso largo que comienza mucho antes de su planteamiento. Sigue toda una labor educativa en diferentes ámbitos: desde el trabajo del lenguaje, el conocimiento corporal o la atención hasta la creación de rutinas. Poner atención en todos estos puntos nos ayudará en el proceso y contribuirá beneficiosamente en el desarrollo del niño y su independencia.

El control de esfínteres se puede abordar entre los dos y los tres años. Aunque fijar un horizonte temporal sólo es orientativo, pues cada niño cuenta con unas características individuales que lo diferencian de los demás. Hay que respetar siempre sus ritmos y necesidades. En nuestro entorno, en el que los niños se incorporan a los colegios con tres años de edad, las familias sienten cierta urgencia de que sus hijos den el paso antes de este momento, pero se hace necesario resaltar que dicho control es el resultado de un proceso madurativo en tres áreas diferenciadas: fisiológica, emocional y cognitiva.

La retirada del pañal

Por un lado es necesaria la maduración fisiológica, en la que los músculos más importantes que intervienen en el proceso estén preparados. Se trata de que el niño sea capaz de aguantar durante un tiempo prolongado (alrededor de 2 horas) sin estar constantemente yendo al baño. También hay que tener en cuenta que el control nocturno suele producirse más tarde que el diurno (algunos niños llegan incluso hasta los 4 ó 5 años).

Por otro lado, a partir de los dos años es cuando los niños suelen comenzar a prestar atención durante más tiempo. Esta capacidad de atender es vital para obtener éxito con el uso del orinal. Es en este momento evolutivo cuando empiezan a interesarse por el conocimiento de su propio cuerpo, se consolida el lenguaje y se produce una autonomía motora. Existen ciertas manifestaciones que nos indican que el niño puede tener esa madurez necesaria, como por ejemplo:

  • Cuando el niño permanece seco en el día durante dos o tres horas seguidas.

  • El niño, después de hacer pis o caca, lo manifiesta verbalmente, comenzando a adquirir conciencia de ello.

  • Cuando el niño hace una pausa breve durante el juego para hacer pis. Esto nos puede indicar que conoce las sensaciones de su cuerpo que posteriormente le marcarán que es hora de hacer pis.

  • Cuando empieza a comprender la ubicación espacio – tiempo, dentro – fuera.

  • Que el niño sea capaz de expresar verbalmente o con gestos su deseo de sentarse en el orinal o que busque al adulto si se siente manchado. Siempre sabiendo distinguir si los que los niños están demandando es llamar nuestra atención.

  • Se siente incómodo con pañales, intenta quitárselos o prefiere estar sin ellos (teniendo siempre en cuenta el primer punto).

Es importante tener en cuenta que las preocupaciones excesivas de control de esfínteres por parte de los adultos, familiares o maestros pueden dificultar la adquisición de este hábito. Del mismo modo, un ambiente relajado y el hecho de no centrar la atención constantemente ni de mostrar un exceso de preocupación por este tema favorecen la conciencia de adquisición, facilitando el control de esfínteres sin necesidad de presionar a los niños antes de los 4 años.

Escuela Infantil Booma

La Escuela Infantil: el mejor lugar para tus hijos

La Asociación Mundial de Educadores Infantiles (AMEI-WAECE) ha publicado recientemente una nota de prensa, titulada ¿Con quién dejamos a nuestros hijos? En ella, explican por qué una Escuela Infantil es el lugar más apropiado. Cuando surge la necesidad o la voluntad de dejar a nuestro hijo al cuidado de otras personas, comienzan a aparecer dudas y preguntas. Es cierto que hoy en día existen muchas y variadas ofertas. Por ello, es importante tener claro qué lugares ofrecen un entorno seguro y adecuado para el desarrollo de nuestros hijos.

Patio grande con césped de la Escuela Infantil Booma

Las madres de día

Recientemente se han publicado ciertas informaciones acerca de la labor que realizan las madres o padres de día. En ellas, se llega a afirmar que se trata de una actividad regulada. Es importante saber que las madres y padres de día no están regulados como tal en España, a excepción de Navarra. Se trata de una actividad no supervisada ni controlada por las administraciones. Se debe tener en cuenta que no garantizan ni el carácter educativo ni la preparación para estar con los niños. Además, las casas pueden no estar adaptadas para las actividades de los pequeños.

Otras modalidades parecidas a las madres de día son las canguros o las denominadas casas nido. Este tipo de fórmulas no son recomendables por varias razones fundamentales:

  • El espacio no está pensando para los niños y suelen ofrecer muchos peligros.

  • No disponen de los recursos físicos y pedagógicos que necesita el niño ni de personal cualificado de los que disponen los centros educativos.

  • No existe cobertura legal en España.

  • Su modelo de funcionamiento se basa en el cuidado de los niños y no en ayudarles a conseguir su máximo desarrollo.

Ludotecas

Las ludotecas son establecimientos cuyo objetivo principal es garantizar el derecho del niño y del joven menor de edad al juego. Esto es, espacios pensados para que el niño juegue el tiempo en que asista. En algunas Comunidades Autónomas y en algún municipio están reguladas sus instalaciones y funcionamiento. Es común que cuando se habla de la asistencia de menores de 4 años, éstos deban estar acompañados de la persona legalmente responsable del menor o de cualquier otra persona adulta autorizada por aquélla. Ésta consideración provoca que la mayoría de las ludotecas sean exclusivamente para niños mayores de cuatro años.

Se trata de centros en los que la formación del personal que atiende a los niños no es la precisa. Tampoco se tiene en cuenta el desarrollo integral del niño. Simplemente es un espacio en el que poder jugar, en ocasiones tan sólo en compañía de los padres.

En los últimos tiempos, además de las ludotecas, es posibles encontrar Academias de idiomas que, bajo la excusa del aprendizaje temprano de otro idioma, están suplantando la función de las Escuelas Infantiles. Al igual que las ludotecas, estos espacios no están adaptados para niños tan pequeños ni su personal está correctamente preparado.

La Escuela Infantil

Es sin duda el lugar adecuado. Son Centros expresamente preparados para la educación y el desarrollo de los niños, atendidos por profesionales con la debida formación para ello. Se trata de establecimientos regulados que están sujetos a inspecciones educativas periódicas que garantizan su correcto funcionamiento. Según la legislación vigente, pueden acoger a los niños desde los cero años y se encuentran expresamente pensados para ellos desde el punto de vista de instalaciones, materiales y formación de los profesionales que allí trabajan.

Las Escuelas Infantiles están obligadas por ley a tener un Proyecto Educativo que garantice el correcto desarrollo de los niños y que dé respuesta a las necesidades establecidas por el Ministerio de Educación para el primer y el segundo ciclo de Educación Infantil. En Booma, el currículo se distribuye por edades tal y como establece la Ley de Educación vigente. Además, se debe tener en cuenta que existe un máximo número de alumnos por educador (ratio) según las diferentes edades de los niños, de manera que sea posible atender de una manera adecuada a las necesidades individuales de cada alumno.

Hoy en día sabemos de la importancia que tienen los primeros años de vida en la formación de la personalidad y la adquisición de conocimientos. Existen estudios que determinan que los beneficios de una buena educación infantil son claros y prácticamente universales. Y además, tienen un impacto positivo en los resultados a nivel escolar a largo plazo.

Es importante conocer la Escuela Infantil por dentro: su estructura, su organización y su funcionamiento. Por ello, en Booma te animamos a que vengas a conocernos y nos preguntes por todo aquello que te interese o te preocupe. Estaremos encantados de recibirte y dar respuesta a tus inquietudes.

La retirada del chupete

La capacidad de mamar es innata en los mamíferos. En nuestra especie, los bebés comienzan a realizar el acto de succión estando en el útero materno. A través de ecografías es posible comprobar como a partir del quinto mes el niño comienza a chuparse el dedo pulgar. Se trata de un acto reflejo que le prepara para poder alimentarse después del parto. En este artículo hablamos de la retirada del chupete.

Bebé tumbado con chupete en la boca

La succión

Durante los primeros meses de vida, la succión forma parte del conjunto de reflejos primarios que ayudan al bebé a adaptarse al medio. Como escribía Jean Piaget, el mundo para el bebé es succionable. Y es que el reflejo de succión es uno de los primeros instrumentos que poseemos los seres humanos para contactar con el mundo que nos rodea e iniciar el conocimiento. Más adelante la actividad de succión se convierte en un acto voluntario que proporciona relajación y consuelo cuando el niño siente miedo o ansiedad (por ejemplo, al separarse de la madre, en la oscuridad antes de dormir o ante situaciones desconocidas que le producen temor).

A lo largo del primer año el mundo afectivo del niño se desarrolla mediante actividades que tienen relación con la boca (succionar, alimentarse, chupar o morder objetos, etc.). ¿Cuántas veces le hemos dado un objeto a un bebé y lo primero que ha hecho es llevárselo a la boca? Es conveniente, por tanto, que durante esta fase oral el niño utilice el chupete, evitando así satisfacer la necesidad de succión chupándose el dedo, que es más duro que la tetina y menos higiénico.

La retirada del chupete

A medida que el niño va creciendo, su desarrollo emocional aumenta y va siendo capaz de encontrar otras formas de controlar sus emociones. Cada vez necesita usar menos la boca para explorar el entorno o succionar el chupete para controlar la ansiedad y el miedo. A partir de los 12 meses (como norma general), proporcionándole siempre estímulos positivos que aumenten la confianza en sí mismo, se puede iniciar el abandono progresivo del chupete. Para ello es necesario plantear otras alternativas al mismo, mostrando siempre un gran apoyo afectivo que le permita superar aquellos momentos en los que aparece la inseguridad, la ansiedad o el miedo.

Se debe tener en cuenta que es contraproducente intentar iniciar la retirada del chupete en condiciones no favorables puesto que, si el niño no está preparado, es probable que comience a chuparse el dedo. Éste hábito es más difícil de erradicar puesto que el chupete puede desaparecer, pero el dedo no. Por eso es conveniente iniciar el proceso cuando las condiciones sean las propicias y no se estén produciendo situaciones que generen ansiedad (cambio de habitación o de domicilio, escolarización, la llegada de un hermano, etc.).

También es importante recordar que no queremos pasar un mal rato y que las riñas, los chantajes y los castigos no favorecen el proceso y hacen que el niño pierda confianza y autoestima. Por el contrario, es bueno alabar sus logros, reforzar la imagen positiva de sí mismo o acrecentar su deseo de ser mayor (abandonar el chupete significa crecer).

¿Cómo conseguirlo?

Para conseguir el objetivo de quitar el chupete es bueno alargar lo más posible los ratos en los que no lo use, de manera que vaya quedando sólo para el momento en el que haya que conciliar el sueño. Es necesario ofrecer alternativas cuando pida el chupete para mantenerlo distraído y enfocado en otra cosa. También prestar atención a los momentos en los que lo demanda para detectar qué le pasa al niño y poder brindar así un apoyo afectivo extra en lugar del chupete. Procuraremos que no lo tenga a la vista durante el día y no volver a dárselo si ya ha dejado de usarlo. Durante éste período es importante felicitarle por los logros, mostrar comprensión y proporcionarle mucho cariño.

La asistencia de los niños a una Escuela Infantil favorece el hecho de que no demande el chupete en momentos en los que realmente no lo necesita, ya que se encuentra en un ambiente que le ofrece múltiples opciones de distracción. En este sentido, es conveniente que los padres no le ofrezcan el chupete a la hora de la recogida ya que el niño podría desarrollar el hábito de pedirlo nada más verles llegar.

La retirada del chupete es un hito importante en la vida del niño. Es conveniente conocer que el uso habitual del mismo más allá del primer año puede tener futuras consecuencias físicas que afectan al maxilar superior, haciendo que no coincidan los dientes inferiores con los superiores y provocando consecuencias negativas en la pronunciación y la masticación. Igualmente, hay que tener presente que el niño es capaz de superar grandes problemas para conseguir la aprobación y el cariño de sus padres, así que tomar la decisión de comenzar el proceso de abandono del chupete no debe ser nunca un motivo angustia.

Escuela Infantil Booma

Día del Padre (19-03-2020)

Este Día del Padre va a ser un poco diferente al de otros años. En la Escuela siempre hacemos una manualidad con los peques cuando llega este día, así que en esta ocasión hemos preparado una plantilla para que los niños puedan tener un pequeño detalle con papá estando en casa. Pinchad en la siguiente imagen para descargar la plantilla e imprimirla. Si no disponéis de impresora, siempre podéis dibujar vosotros la pajarita y comenzar la actividad.

Día del padre mano y pajarita
Pulsa en la imagen para descargar la plantilla

Cuando la descarguéis, comprobaréis que en la parte izquierda hay un ejemplo de cómo podría ser el resultado final y a la derecha, la plantilla vacía para que vosotros realicéis la actividad con los peques. Recortad por la línea de puntos tal y como se indica en la plantilla para comenzar.

¿Cómo lo hacemos?

En primer lugar, estampamos con tempera o dibujamos el contorno de su mano y lo coloreamos del color que más nos guste. Para los ojos, podemos usar móviles de ojos si tenemos en casa o si no, los hacemos con cartulina o papel, los pintamos o pegamos unos botones (lo que se nos ocurra). El bigote lo recortamos en cartulina, fieltro, goma eva, cartón o papel pintado (¡incluso podemos recortar el que se ve en la plantilla que os proporcionamos!). La pajarita la decoramos con gomets o pegatinas de colores o estampando con pintura la huella del «dedito pintor».

Y, por último, ¡se lo regalamos a papá con un achuchón fuerte y muchos besos!

¡Feliz Día del Padre!

Consejos de la Sociedad de Psiquiatría Infantil para niños y familiares

Logo de la Sociedad de Psiquiatría Infantil y de la Asociación Española de PediatríaHoy compartimos con vosotros un documento que recoge una serie de consejos de la Sociedad Española de Psiquiatría Infantil (SPi) para niños y familiares. Adscrita a la Asociación Española de Pediatría, la SPi detalla algunas recomendaciones orientadas a niños y adultos que pueden ser útiles para estos días.

En el documento podréis encontrar una primera parte en la que se habla de las posibles situaciones que nos podemos encontrar al pasar tanto tiempo en casa. También nos detallan los sentimientos y las emociones más habituales que podemos sentir tanto los adultos como los más pequeños. En relación a ambas cosas, proponen una serie de recomendaciones sobre cómo gestionar estas situaciones y emociones.

Más adelante hallaréis una serie de consejos para planificar el día a día. Dichos consejos se asemejan a los que os hemos indicado durante los primeros días: importancia de establecer rutinas y horarios, uso controlado de pantallas en función de la edad del pequeño, mantener cierta actividad física (bailar, saltar…), etc.

Por último, el documento recoge una serie de recomendaciones sobre higiene.

Podéis acceder al documento con los consejos de la Sociedad Española de Psiquiatría Infantil para niños y familiares pinchando aquí.

¡Esperamos que os sea de utilidad!

¡Ya es primavera: vamos a colorear el arcoíris! 🌈

Con motivo de la entrada de la primavera el pasado viernes, hemos decidido que ¡vamos a colorear el arcoíris! Para ello, hemos preparado una plantilla muy especial. Con ella podéis llenar vuestras ventanas y balcones de preciosos arcoíris que envíen a todo el mundo un mensaje positivo y nos recuerden que, esta primavera, #YoMeQuedoEnCasa y #TodoVaASalirBien.

Para colorear el arcoíris vamos a utilizar cuatro colores: rojo, amarillo, azul, verde. Un momento, ¡nuestro arcoíris tiene 6 franjas! Claro, porque a partir de estos cuatro colores vuestros peques os tendrán que decir cómo obtener el naranja y el morado. ¿Serán capaces?

Pinchad en la siguiente imagen para descargar la plantilla e imprimirla. Si no disponéis de impresora, siempre podéis dibujar vosotros el arcoíris y comenzar la actividad.

Arcoiris para colorear.
Plantilla Arcoíris

¡A colorear el arcoíris y a disfrutar con los peques!

Actividades para mejorar la motricidad fina y la grafía

¡Estamos por aquí de nuevo!

Ya tenéis a vuestra disposición las plantillas para la actividad que os hemos propuesto en el calendario de esta semana y que os hemos enviado a vuestro correo electrónico. En esta ocasión os proporcionamos dos plantillas: una para los medianos de Booma y otra para los mayores. Ya sabéis que siempre podéis utilizar y aprovechar todo el material y adecuarlo para cada edad. Con ellas pretendemos mejorar la motricidad fina y la grafía de los peques.

La imagen que os proporcionamos para los medianos es una papelera. Con ella queremos que vayan aprendiendo los conceptos dentro-fuera y mejorar su habilidad motriz fina. En este sentido, os proponemos que ayudéis a los peques a hacer pequeños trozos de papel. Una vez que los hayamos hecho, los tendrán que pegar dentro de la papelera. Podemos complementar la actividad tirando los restos de papel que nos hayan quedado en una papelera de verdad. ¡No los tiramos fuera! Podéis descargar la plantilla pinchando aquí.

La plantilla que os proporcionamos para los mayores es la imagen de dos vallas, una corta y otra larga. La actividad consiste en identificar la valla que es más larga y repasar los trazos punteados de ésta. Podéis completar la actividad como más os guste: pintando las vallas de colores, haciendo un dibujo detrás de la valla o como se os ocurra. Con esta actividad queremos afianzar los conceptos corto-largo y mejorar la grafía de los peques. Podéis descargar la plantilla pinchando aquí.

Como pequeño consejo os indicamos que cuando realizamos actividades de motricidad fina, es importante que los niños calienten sus manos. Esto lo podemos conseguir jugando previamente con plastilina o cantando canciones en las que tengamos que mover las manos y los dedos o jugando con construcciones.

¡Que las disfrutéis con los peques!

Niños hacen actividades para mejorar la motricidad fina y la grafía

Educación Infantil: ideas para enseñar series y patrones.

Hoy ponemos a vuestra disposición un pequeño documento para seguir trabajando series y patrones con vuestros peques. ¡Jugamos con las matemáticas!

Antes de comenzar con la actividad, nos preguntamos: ¿qué es una serie? En matemáticas, una serie se define como una secuencia de objetos ordenados siguiendo un determinado criterio. ¿Y un patrón? Un patrón es un modelo que sirve de muestra para sacar otra cosa igual.

Las series son un buen recurso tanto en el aula como en casa para realizar con los peques ejercicios que les permitan desarrollar su razonamiento lógico y matemático. De esta manera, se familiarizan con las relaciones de orden entre diferentes elementos. Además, sirven para reforzar la atención y la memoria.

En esta ocasión os planteamos una secuencia establecida por un patrón determinado que los niños tienen que reproducir con vuestra ayuda. Como veréis, las series que os proporcionamos siguen un patrón de repetición en el que dos elementos se van alternando según su color: rojo, blanco, rojo, blanco… o verde, naranja, verde, naranja…

Para complementar la actividad podéis buscar fotos de elementos cotidianos en las que los peques puedan reconocer otro tipo de series y patrones. Por ejemplo: pasos de peatones, suelos de baldosas negras y blancas o prendas a rayas. También es posible trabajar las series a través de la música repitiendo patrones de ritmo o usando juguetes tipo eslabones, bloques lógicos o construcciones.

Pinchad en la imagen para descargar el documento. ¡Que disfrutéis con la actividad!

 Jugamos con las matemáticas: series y patrones.
Series y patrones

Medios de transporte aéreos: el Globo.

Esta semana os hemos propuesto algunas actividades que tienen como hilo conductor los medios de transporte. Tal y como os comentamos, hoy os proporcionamos una plantilla que tiene que ver con los medios de transporte aéreos. Hemos hecho actividades ya con el avión y ahora, ¡vamos con el globo aerostático! Pinchad en la siguiente imagen para descargarla.

Medios de transporte aéreos: el Globo.

Podéis completar la actividad como más os guste: pintando el globo de uno o varios colores, pegando gómets o pintando con la huella de los dedos. Cualquier idea es buena y todas son válidas. ¡Seguro que vuestros peques ya tienen una idea de cómo lo quieren hacer y son ellos los que van a decidir!

Por nuestra parte, os dejamos imágenes de una forma de darle colorido al globo que nos ha gustado mucho por si os apetece llevarla a cabo:

Actividad con globo aerostático. Educación Infantil.                   Globos aerostáticos decorados. Educación Infantil.

Ya sabéis que a nosotros, como a vuestros peques, nos gusta mucho cantar. Así que os proponemos que le pongáis banda sonora a la actividad. Por ejemplo, podéis cantar una canción que está muy relacionada con la actividad: Un globo, dos globos, tres globos. ¡Seguro que les encanta!

Sólo nos queda desearos que paséis un feliz rato con vuestros peques completando esta actividad tan divertida sobre globos aerostáticos. ¡Y que aprendáis muchas cosas sobre los medios de transporte y seguridad vial durante esta semana con todas las actividades que os hemos propuesto!

 

Día de la madre (03-05-2020)

¡Este próximo domingo día 3 de mayo celebramos el Día de la Madre! Al igual que en la semana del 19 de marzo para los papás, también ahora os proponemos una manualidad para hacer con los peques. Pinchad en cada uno de los siguientes enlaces para descargar la plantilla que más os guste e imprimirla. Si no disponéis de impresora, siempre podéis dibujar vosotros el corazón y comenzar la actividad.

Plantilla con niño

Plantilla con niña

Cuando la descarguéis, comprobaréis que en la parte izquierda hay un ejemplo de cómo podría ser el resultado final y a la derecha, la plantilla vacía para que vosotros realicéis la actividad con los peques. Recortad por la línea de puntos tal y como se indica en la imagen para comenzar.

Ya sabéis que podéis completar la actividad como queráis, ¡o cómo más le apetezca a vuestros peques! A lo mejor les gusta colorearlo o estampar la huella del dedo con témperas de colores o pegar bolitas de papel. Es posible que les apetezca decorarlo con pegatinas o incluso ¡usar purpurina de colores! Seguro que lo hacen con mucho amor y mucho cariño porque quieren muuuuuuuuuucho a mamá.

Esperamos que paséis un feliz primer domingo de mayo con vuestros chiquitines y que pronto podamos vernos en la Escuela.

¡Feliz Día de la Madre!

 

 

Puzles de dinosaurios

Esta semana os hemos propuesto algunas actividades que tienen como hilo conductor a nuestros amigos los dinos. Tal y como os comentamos, hoy os proponemos dos actividades en forma de puzles de dinosaurios. Con ellos podéis seguir jugando con estos sorprendentes animales que tanto atraen la atención de los más pequeños.

En la primera de ellas usaremos un conjunto de figuras geométricas que podemos recortar fácilmente. Las usaremos después para formar varios dinosaurios que encontraréis en el propio documento. Podéis descargar esta actividad pinchando aquí.

En la segunda, cinco divertidos amiguitos de bonitos colores han venido a jugar con nosotros. Podremos recortar cada una de sus imágenes para después tratar de volver a recomponer la figura de cada uno de ellos. Podéis descargar esta actividad pinchando aquí.

¡Que disfrutéis jugando con los puzles de dinosaurios!

Dinosaurios de colores para niños